FGR logra que se condene a estructura delincuencial que extorsionaba en el mercado La Tiendona

Por: / noviembre 27, 2019

La Unidad Fiscal Especializada Crimen Organizado y Delitos de Extorsión, logró que el Tribunal Especializado de Sentencia “B” de San Salvador, condenara a los principales miembros de la estructura delincuencial de la pandilla 18 revolucionarios que operaba en el mercado de La Tiendona, procesados por extorsionar comerciantes de ese centro de abastos y otros delitos.

Durante la vista pública, se condenaron a 21 imputados, y dentro de las penas más destacadas esta la impuesta al máximo líder de esa estructura entre los años 2017 y 2018, Marlon Salvador Bonilla alias “Sayco”, a 46 años de prisión; los segundos mandos, Isaac Samael Escobar Bonilla, alias “Crazy”, a 36 años;  y Jefry Antonio Castro, alias “Jefry”, a 22 años de cárcel, siendo estas condenas un fuerte golpe a la estructura de ejecución del delito de extorsión que ha dominado ese mercado.

El fiscal del caso informó que, durante la audiencia de Vista Pública, presentó abundantes elementos de prueba, los cuales demostraron que los imputados participaron en los ilícitos de Extorsión Agravada y Agrupaciones ilícitas; los sujetos fueron capturados en el marco de la “Operación Escudo Regional III”, ejecutada a nivel nacional.

Los pandilleros extorsionaban de forma telefónica y personalmente a sus víctimas, los encargados de recolectar el dinero eran los pandilleros activos de la agrupación que ocupaban el nivel más bajo dentro de la estructura jerárquica.

Durante las investigaciones, se logró establecer que eran cuatro modalidades de extorsión las que realizaban los implicados: cobraban semanalmente a cada uno de los puestos de ese mercado; también, cuando un miembro de la pandilla era capturado, las víctimas pagaban una segunda renta para el pago de abogados; además, cuando se les antojaba a los cabecillas, exigían otra extorsión y la cuarta era una cuota en la época navideña y se las exigían en concepto de aguinaldo.

Esas acciones criminales permitían que los cabecillas pudieran vivir en zonas residenciales fuera del área donde operan y en donde fueron detenidos.