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Memoria de Labores
2013 - 2014
Fuerte y Justa
Los salvadoreños debemos estar conscientes que la justicia es el único elemento que puede
garantizar la paz social en el país y la plena vigencia de nuestros derechos humanos, sociales,
económicos y laborales. Una justicia limpia sin coacciones, imparcial, no discriminatoria y
alejada de lo mediático y novelesco.
Obtener la seguridad y la justicia debe constituir un interés nacional, primario e insoslayable.
No necesariamente tenemos que estar completamente de acuerdo en todo, sino que entendamos
que a pesar de nuestras diferencias, hay aspectos que tienen que ver con el futuro del país, o
con el Estado mismo. Hay agendas de Estado, en las que debemos coincidir, y en las cuales no
deberían existir posiciones individuales o intereses privados que se le opongan. El combate a
la delincuencia, la seguridad y la economía son algunas de ellas, y son imperantes.
Estamos en un momento decisivo de nuestra historia. Un momento que exige repasar lo que
hemos vivido y dar lo mejor que tenemos. Un momento que, estoy seguro, pasará a nuestra
memoria común como aquel en el que supimos comprender las amenazas que padecíamos y
acertamos a hacerles frente con éxito.
Como Fiscal General de la República confío plenamente en el excelente trabajo del equipo
de fiscales. La Fiscalía está cumpliendo, a pesar de todas las pasiones que se desbordan en
cada coyuntura, las cuales siempre tomo con toda normalidad y serenidad, pero que jamás
han tocado ni tocarán mi convicción de hacer lo correcto con la Constitución en la mano, y
como ella misma me lo ordena.
Soy un patriota que está por encima de las luchas e intrigas de cualquier tipo. Mi confianza
está plenamente en Dios. Mi confianza está en que la fuerza de la ley es inquebrantable. Y
con Dios y con las leyes, seguiremos firmes y adelante.
Muchas gracias.