San Miguel. Wilmer Adonay Reyes, integrante de la pandilla 18, que ocultaba sus tatuajes de la cara alusivos a la organización terrorista, con el maquillaje de un payaso, permanecerá en prisión, por el delito de Feminicidio Agravado y Violación Agravada, en perjuicio de una madre y su hija.
El imputado enfrentó ayer la audiencia inicial en el Juzgado de Paz de Nueva Esparta, departamento de La Unión, donde Fiscales de la Unidad de Atención Especializada para la Mujer, de la oficina de San Miguel, demostraron suficientes evidencias de la existencia de los delitos y de su participación.
El Juez le decretó la instrucción formal con detención provisional por ambas acciones ilícitas. Y declaró reserva total al proceso.
El incriminado fue detenido el pasado 7 de septiembre en Santa Ana, en las proximidades de la frontera con Guatemala, vestido de payaso, para ocultar sus tatuajes, y además escondía un revólver con su respectiva munición.
Adonay Reyes, se refugió por un buen tiempo en uno de los cantones de Nuevas Esparta, y además de atemorizar a los habitantes, obligó a una menor de 15 años de edad, con amenazas de muerte contra ella y su familia, para que mantuviera relaciones sexuales.
La madre ignoró por mucho tiempo el abuso sexual, pero al darse cuenta, estuvo pendiente de las salidas de su hija. El 15 de agosto de 2018, la menor no llegaba a su vivienda y decidió ir a buscarla donde Adonay Reyes.
En el lugar le exigió que le dijera dónde estaba la adolescente, pero el sujeto sacó un arma de fuego y le asestó varios impactos que terminaron con su existencia.
La hija que ya le habían dicho que su madre decidió ir a buscarla donde el terrorista se desplazó también a la casa y cuando llegó encontró con el arma a Adonay Reyes, que acababa de matar a su madre.
El miembro de la pandilla 18, huyó y además abandonó el lugar donde cometía sus acciones ilícitas.
