Cojutepeque, Cuscatlán. La Cámara de la Segunda Sección del Centro de Cojutepeque, confirmó la sentencia a 30 años de cárcel, contra Evelyn Beatriz Hernández Cruz, de 18 años, por Homicidio Agravado, en perjuicio de su hijo recién nacido, y que fue encontrado muerto en el fondo de una fosa séptica de su casa, después de 12 a 24 horas de haber nacido vivo.
En la resolución el Tribunal Superior, declaró no ha lugar el recurso de apelación interpuesta por los Abogados defensores de la incriminada, y destaca que toda la prueba de cargo vertida por la Fiscal del caso de la oficina de Cojutepeque, y valorada por la Juez que dictó la sentencia condenatoria, “no es difícil concluir que la intención era causar la muerte al neonato”.
Los Magistrados también califican las conductas de Evelyn de “insidiosas”, antes, durante y después del alumbramiento, porque al tirar al bebé a la fosa, tenía una doble intención, “primero que perdiera la vida y segundo ocultar el cuerpo del delito”.
También, les recuerda a los Abogados defensores, Bertha María De León y Dennys Stanley Muñoz, que los “defensores no son meros espectadores y tienen la misma igualdad de condiciones como las demás partes”.
Evelyn, estudiante de tercer año bachillerato en salud, afirmó en su defensa, que nunca supo que estuvo embarazada y además se negó a los controles prenatales, sin embargo, dio a luz a un niño de término.
Esas acciones fueron calificadas por Fiscales de la Unidad de Delitos Relativos a la Niñez, Adolescencia y la Mujer de la oficina de Cojutepeque, como Homicidio Agravado, en perjuicio del recién nacido.
En la Vista Pública a cargo del Juzgado de Sentencia de Cojutepeque, en julio de 2017, se estableció con suficientes pruebas pericial, documental y testimonial, que la incriminada actuó con dolo, en contra de la vida de su hijo, porque incluso después de ingresar con hemorragia al Hospital “Nuestra Señora de Fátima” de Cojutepeque, el 6 de abril de 2016, y de diagnosticarle un parto vaginal intradomiciliar, negó que hubiera estado embarazada.
Incluso, la mamá llevó la placenta al centro hospitalario, cuando trasladó a la incriminada para que recibiera la asistencia médica.
El bebé fue encontrado ese mismo día, en el fondo de la fosa séptica de la vivienda de la incriminada, en caserío Los Vásquez, del cantón y municipio de El Carmen, en la que el informe forense determinó que el niño nació vivo, y que falleció a causa de haber aspirado material fitógeno, que no es más que heces fecales.