Exagente policial condenado a 40 años de prisión por Feminicidio Agravado

Por: / mayo 29, 2019

La Fiscal del caso, Silvia Parducci, explicó que se demostró la violencia física y económica en contra de la víctima, las relaciones de superioridad y poder, y la conducta patriarcal, machista, androcéntrica y misógina.

San Vicente. Leonel Alfonso Aguillón Rodas, de 28 años, exagente de la Policía Nacional Civil, fue declarado responsable de asesinar a su esposa, Wendy Yamileth Vásquez Montoya, con disparos de arma de fuego, el 2 de julio de 2017, en el cantón Cerro Colorado, del municipio de San Rafael Cedros, departamento de Cuscatlán.

La Fiscal del caso de la Unidad de Delitos Relativos a la Niñez, Adolescencia y la Mujer de la oficina de San Vicente, Silvia Parducci, explicó que el imputado cometió el delito de Feminicidio Agravado, porque se estableció la violencia física y económica en contra de la víctima de 29 años, así como las relaciones de superioridad y poder.

También se demostró en la investigación la conducta patriarcal, machista, androcéntrica y misógina, afirmó Silvia Parducci.

La pareja convivió por nueve años y procrearon un hijo. Vásquez Montoya era egresa de la carrera de Derecho.

La jueza del Juzgado Especializado para una Vida Libre de Violencia contra la Mujer de San Salvador condenó a Aguillón Rodas, del Feminicidio Agravado con base a las pruebas periciales, documentales y testimoniales presentadas por la Fiscal del caso y además lo sentenció a pagar US5,000.00 en concepto de responsabilidad civil.

El crimen se registró en la casa del imputado aproximadamente a las 10:00 de la noche, después de que el imputado con su esposa, tuvieron una fuerte discusión.

El procesamiento de la escena demostró que la fémina recibió cinco proyectiles de bala por la espalda, que impactaron en la parte auricular derecha, tórax, axila, hombro izquierdo y a la altura de la cadera.

La causa de muerte, afirmó la fiscal, fue herida producida por proyectil de arma de fuego en el cráneo. También se estableció a través de la prueba balística que el arma de fuego utilizada era parte del equipo asignada por la corporación policial.

El imputado quiso demostrar que su acción en contra de su pareja fue en legitima defensa , pero se demostró que las heridas que presentaba el sentenciado en un brazo y una pierna fueron ocasionadas por él.