Condenan tres pandilleros de la 18 a 20 años de cárcel por homicidio en Santa Ana

Por: / diciembre 4, 2018

Santa Ana. Condena de 20 años de prisión deberá cumplir José Nicolás Menjivar Aldana, alias “Nico”, Óscar Orlando Arriola Rivera, alias “Pirillo”, y Daniel Antonio Rivera Patriz, alias “Tigre”; pandilleros activos de la 18, luego que los fiscales de la Unidad de Vida de la oficina de Santa Ana, acreditaran su responsabilidad en el Homicidio Agravado en grado de Coautoría, en perjuicio de la vida de Steven Omar Mena Miranda, dijo el jefe de la oficina fiscal, Max Muñoz.

Tras las pruebas ofertadas por los fiscales del caso durante la vista pública celebrada el 03 de diciembre de 2018, en el Juzgado Segundo de Sentencia de Santa Ana, entre ellas, testimonio de testigos, evidencia pericial y documental, los imputados fueron sentenciado a una pena de 20 años de cárcel por el delito de Homicidio Agravado en grado de Coautoría, previsto y sancionado en el artículo 128 y 129 numeral 3 del Código Penal; explicó el jefe fiscal.

La declaración de un testigo protegido clave “Marianao”, señala que el crimen se registró el 24 de marzo de 2017, alrededor de las 03:30 de la tarde, interior de finca Vista Valle, tablón 10, Cantón Montebello, El Congo, departamento de Santa Ana; lugar donde se encontraban los pandilleros de 18, alias “Tigre”, “Pirillo”, Jerson Barrientos, alias “Jerson” y William Arriola, alias “comanche”; todos con un corvo cada uno; donde “Comanche”, estaba dibujando algo en un árbol.

Al raro llegaron corriendo, Steven Mena, alias “Steven” y Nicolás Aldana, alias “Nico”;  y todos rodean a Steven, y lo dejan en el centro, el “Comanche” lo agarra del cuello, lo acercó al árbol que estaba pelando con el corvo, le señaló el árbol y le dijo: “Mira eso se respeta”, y le estrelló la cara en dos ocasiones en el árbol,  en ese momento comenzaron todos los demás a golpearlos en diferentes partes del cuerpo, posteriormente, William Arriola, Daniel y Pirillo, lo puyaron con un corvo cada uno.

Todo lo cual fue observado por el testigo clave “Mariano”, quien estaba cubriéndose en unos árboles de café de aproximadamente un metro y medio de alto, y una distancia de 30 metros sobre un bordo.