Cojutepeque, Cuscatlán. Por llevarse los vehículos automotores en horas de la madrugada, que se encontraban estacionados en Soyapango y Santa Ana, para posteriormente desmantelarlos y venderlos por piezas, Wilfredo Martínez González y Marlon Vladimir Artiga Hernández, fueron condenados por el delito de Hurto Agravado y Receptación, a penas de prisión entre los 30 y 16 años de cárcel.
Mientras que Mario Ernesto Rico Rivas fue sentenciado a 15 años de cárcel; 10 por el delito de Receptación y cinco por Tenencia Ilícita de placas de Circulación, aseguró la Fiscal del caso de la Unidad de Patrimonio de la oficina fiscal de Cojutepeque.
En el juicio en el juzgado especializado de sentencia “A” de San Salvador, la representación fiscal demostró que Martínez González, participó en tres hurtos de vehículos. Uno en San Salvador y dos Santa Ana, entre los meses de abril y mayo del año 2017.
El modo de operar era el mismo, los automotores, tipos sedán y pickup eran hurtados de sus parqueos en la calle, los desmantelaban y posteriormente los vendían por piezas.
Por cada uno de los hurtos le impusieron 10 años de prisión.
También, la Fiscal del caso estableció con diferentes pruebas que Artiga Hernández estaba involucrado en dos de los casos vendiendo las piezas de los vehículos. Lo sancionaron por receptación con ocho años de prisión, por cada uno.
Rico Rivas fue declarado responsable de un caso de receptación por el que le impusieron 10 años, más cinco años más por la posesión ilícita de placas de circulación, al legalizar un carro de forma fraudulenta utilizando placas falsas.
