Condenan a Subteniente a más de nueve años de cárcel por Privación de Libertad y Amenazas

Por: / diciembre 18, 2018

Sonsonate.  El Subteniente Erick Jonathan Hernández Silva, de 26 años de edad, destacado en la Brigada Especial de San Miguel, y originario de Sonsonate; fue condenado por el Juzgado Segundo de Sentencia, a nueve años un mes de cárcel por los delitos de Privación de Libertad en su modalidad Agravada y  Amenazas con Agravación Especial, y el pago de tres salarios mínimos por Expresiones de Violencia contra las Mujeres; explicó el jefe de la oficina Fiscal de esta jurisdicción Ernesto López.

Según la relación de los hechos estos sucedieron desde el mes de marzo hasta  septiembre de 2017, en perjuicio de la soldado Z.C., a  quien se omite su identidad de conformidad al artículo 57 literal e) de la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres; la cual fue privada de su libertad por aproximadamente un mes, además de sufrir amenazas y expresiones de violencia durante el tiempo que duraron como pareja.

En su declaración la víctima manifiesta que ella realizó el servicio militar desde entre el 1 de febrero del 2016, hasta el 31 de julio de 2018, con el grado de Soldado en la Brigada Especial, donde desempeñó funciones básicas de seguridad, no obstante a ello ya tenía varios años de trabajar con inteligencia militar; durante ese periodo que estuvo prestando el servicio militar, conoció a través de las redes sociales a Erick Jonathan Hernández Silva, de 26 años de edad, que de igual manera estaba prestando servicio militar con el grado de subteniente, en la tercera Brigada de San Miguel,

Al continuar con su declaración, ella manifiesta que por tener amigos en común en Facebook, ellos entablaron amistad y luego de un mes intercambiaron número telefónico, para realizarse llamadas y enviarse mensajes de WhatsApp; fue el 23 de enero de 2018, que se conocieron en persona, e iniciaron una relación de noviazgo, ese día Erick se quedó a dormir en la casa de ella, y fue así que cada vez que el salía de licencia de quedaba con ella, un fin de semana si y el siguiente no, y así empezaron a vivir juntos, al mes de estar viviendo juntos empezaron los problemas, porque la celaba mucho, le decía que no le gustaba que sus compañeros la conocieran que ella era su pareja.

El Subteniente le controlaba bastante en  sus  redes sociales, y en el teléfono celular, las llamadas y mensajes que recibía, desde el mes de marzo hasta el mes que estuvo viviendo con él recibía violencia psicológica ya que Erick la insultaba diciéndole “yo no sé por qué estoy con vos si no servís para nada”, que él tenía amigas más bonitas que ella, que era una pinche soldadito que no sabía nada; esto su compañero de vida se lo recalcaba cada vez que la joven le decía que dejara de andar haciendo cosas que no son correctas, ya que él mantenía relación con sujetos pandilleros de la 18 y la MS, de los sectores de Izalco y la Colonia Sensunapán, en Sonsonate.

Según la víctima ella lo aconsejaba para que no se relacionara con pandilleros, y por su experiencia en el área de inteligencia, se daba cuenta que Erick andaba en malos pasos y sentía temor que también a ella la involucraran en esos hechos delictivos, y que cuando él estaba en la Escuela Militar como cadete los investigaban por vínculos con pandilleros, pero como su padre es abogado, siempre salía librado, recalca la víctima que cuando comenzaban a andar de novios donde ella aún tenía acceso a su celular y redes sociales este sujeto le mandaba fotos por medio de whatsapp, donde se le veía acompañado de dos pandilleros, este apodado Negro Central y otro que reside en San Miguel llamado Marlon, Alias Melón, y en cada fotografía solo le decía mira donde estoy.

Sigue relatando la entrevistada que en el mes de junio se separó de Erick, pero ella se quedó a vivir en la casa, aproximadamente un mes no tuvieron ningún tipo de comunicación, hasta finales de julio, ella le envió un mensaje de texto, para manifestarle que ella estaba embarazo, a lo que Erick le respondió el mensaje diciéndole que veía como le hacía para abortar, porque él no se haría cargo del bebe, por lo que ella ya no le insistió, aproximadamente cinco días después Erick la fue a buscar a su casa de habitación para llevarla a un laboratorio a hacerle otra prueba de embarazo, la cual le salió positiva, por lo que en ese momento le llamó a un amigo que está estudiando medicina, para preguntarle qué le podía dar a ella para que abortara, a lo  que el amigo le dio varios nombres de medicamentos que podía tomar para abortar él bebe.

El amigo de Erick le manifestó, que le iba a avisar si se las conseguía porque no era fácil y que le podían costar $200.00 aproximadamente, por lo que en ese momento la fue a dejar a su casa de habitación, estando ahí le dijo “si no aceptas tomarte las pastillas para abortar voy a hablar con los cheros de Izalco (refiriéndose a los pandilleros) y te vamos a sacar de la casa, para hacerte pedazos e irte a tirar al río, bien ves que vos vivís sola y solo te meto en el carro y ya”, a lo que la entrevistada le manifestó que si lo quería hacer que lo hiciera pero aun con ese tipo de amenazas no la iba hacer abortar a su hijo.

Ante la situación la víctima volvió a la casa de su madre, quien la apoyo, estando con su mamá, Erick llegó y la encontró en la calle, y le dijo que quería vivir nuevamente con ella y hacerse cargo del bebé, que estaba esperando porque no lo podía dejar desamparado y le pidió que lo acompañara a la casa de él, ubicada en la Colonia Montevideo del municipio de Sonzacate, porque la mamá y la abuela de él querían hablar con ella, al llegar a la casa de habitación de él, ya no la dejó salir, la mantuvo encerrada, le quitó el teléfono personal y le quebró la tarjeta Sim, y la computadora que ella andaba en un bolso se la quebró para que no tuviera comunicación con nadie, y no la dejaba salir estaba.

El sujeto la mantuvo privada de libertad por un mes aproximadamente, ella expresa que asistió a su control de embarazo en dos ocasiones, pero acompañada de la abuela de él, en una noche que él llego ebrio la agredió físicamente, golpeándola en el vientre, lo que provoco que la llevaran al hospital hasta el siguiente día donde con ayuda del médico logro quedarse ingresada, y al salir del hospital se fue a su casa,  donde posteriormente lo denuncio.

Durante la vista pública en el Juzgado Segundo de Sentencia de Sonsonate, fue condenado a la pena de seis años con un mes de prisión por el delito de Privación de Libertad Agravada, tres años de cárcel por el delito de Amenazas Agravadas y al pago de  tres salarios mínimos, por el delito de Expresiones de Violencia contra las Mujeres.