Apopa. La Unidad de Delitos Relativos a la Niñez y la Adolescencia y la Mujer en su relación Familiar de la oficina de Apopa, logró la condena a 34 años ocho meses de prisión, contra José Ernesto N., por los delitos de Violación Agravada en Menor e Incapaz Continuada y Otras Agresiones Sexuales Agravadas Continuadas, en perjuicio de su hija de 15 años de edad, explicó la jefe de la unidad Blanca Amaya.
Según dijo la jefe Fiscal, durante la vista pública se presentó la evidencia documental y testimonial suficiente que demostraba la participación del imputado en los hechos ante el Juzgado Cuarto de Sentencia de San Salvador, las cuales valoró el juez y condenó a José Ernesto N., a 34 años ocho meses de prisión; 26 años cuatro meses por el delito Violación Agravada en Menor e Incapaz, y ocho años cuatro meses, por Otras Agresiones Sexuales Agravadas Continuadas, ambos previstos y sancionados en los artículos 159, 162 N° 1 y 160, 162 N° 1 del código penal, relacionados con el artículo 42.
Según la relación de los hechos, el 7 de agosto de 2016, en la jurisdicción de Apopa, se procede a la detención de José Ernesto N., cuando se escuchaba una discusión, golpes y gritos, como que hubiese un problema de violencia intrafamiliar, por lo que al hacerse presentes agentes de la PNC al lugar, son recibidos por la madre de la víctima, quien dijo que estaba discutiendo con su compañero de vida, porque minutos antes su hija de 15 años de edad, le expresó que su padre venía abusando sexualmente de ella, desde hace aproximadamente seis años atrás.
Agrego la adolescente, que ese día como a las cuatro de la madrugada, había intentado abusar sexualmente de ella, que la amenaza, diciéndole que la va a castigar si decía algo de lo que sucedía, que la primera vez, fue un día alrededor de las ocho de la mañana, que había salido a pastear el ganado que tenían; que en esa ocasión su padre les dijo a sus hermanos que se fueran para allá, cuando ellos se fueron, su padre la agarró a la fuerza y la tiró al suelo y la violó.
Situación que se repetía siempre que salían a pastear las vacas, señala además que en muchas ocasiones desde ese tiempo a la fecha, su padre se pasaba a su cama la abrazaba y le besaba la boca y le tocaba su parte genital, luego le intentaba quitar la ropa, pero ella no se dejaba, repitiendo siempre que no le dijera a su madre, agrega que por miedo a que su madre se enfermara, nunca le dijo lo que su padre le estaba haciendo.
